– La vida, una eterna batalla
– Los candados, mudos testigos de una injusticia
Morelia, Michoacán, marzo 7 de 2025.- ¡La vida es una eterna batalla y los retos, una importante influencia!; a solo unas horas del Día Internacional de la Mujer, así lo señaló reflexiva, Guadalupe Miranda Romero al manifestar que, “las guerreras existimos…, sí existimos”, destacó convencida.
Licenciada en Filosofía, Maestra en Educación, especialista en Diseño de Programas por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y doctorante en Gestión Educativa e Innovación Tecnológica, Miranda Romero dejó hablar a su corazón, es una de las y los más de cien trabajadores del CREFAL que desde el pasado 17 de febrero encontraron cerradas las puertas de su lugar de trabajo.
Sí, las guerreras existimos dijo al reconocer que, “a pesar de esa fuerza que ostentamos, hay momentos en que tenemos sentimientos encontrados y luchamos contra esa vulnerabilidad que nos presentan las circunstancias laborales porque detrás de los candados de acceso al CREFAL, se encuentran en mi caso 15 años de trabajo en donde no solo imprimimos compromiso sino también pasión”, dijo al bajar la mirada y no dejar ver la humedad de sus ojos.
Es difícil, muy difícil, comentó al explicar a pregunta expresa que la incertidumbre hiere porque ahí, en el Centro de Cooperación Regional para la Educación de los Adultos en América Latina y El Caribe (CREFAL), se construyó lo que ellos, los y las trabajadoras llaman “nuestra segunda familia” y el ejercicio de una vida profesional que no tuvo reclamos ni expedientes de puntos obscuros.
Miranda Romero, tiene más de 20 años de experiencia en educación; ha participado en programas educativos como asesora pedagógica para la evaluación y sistematización en el CONAFE; se desempeñó como coordinadora académica de la Maestría en Educación a lo largo de la vida y educación en Derechos Humanos del CREFAL, así como de la especialidad de Formación de Formadores y diversos programas del Centro y entre sus principales intereses, se encuentran las actividades de coordinación de procesos formativos en línea, el diseño curricular e instruccional, la docencia y la asesoría en proyectos educativos.
Con una expresión de adelantada nostalgia comento que, los candados de esas puertas que mudas esperaban a diario nuestra llegada, hoy muestran timidez ante la incertidumbre e injusticia de mantenernos por fuera sin una explicación lógica, sin una justificación que nos diga que debemos cerrar una página, sin una ley que nos ampare laboralmente y sin una instancia que se haga presente.
Es madre de dos hijos y al referirse a ellos, su mirada brilla y con orgullo describe como los ha formado y con la posición de sus manos, reitera que es una guerrera forjada por las circunstancias de una ruta que la empujó a buscar un camino diferente que hoy en familia disfruta y que hoy y ahora, es su principal fuerza para continuar.
Respecto a mantenerse en una lucha buscando explicaciones lógicas, señaló que hay batallas que no se deben hacer eternas porque de esencia están pérdidas y es la historia quien dará testimonio de ello y es la historia, la que en su momento, manifestará su reclamo, expresó al expresar que, como guerrera, seguirá avanzando con nuevos planes y fortaleciendo sus proyectos personales.
En el mismo contexto consideró, “al CREFAL, le cerraron sus puertas y posiblemente las abrirán con otros fines pero ese Centro, ese Centro, nos lo llevamos en el corazón quienes tuvimos la fortuna de trabajar en beneficio de miles de personas y solo nos resta agradecer a todos y todas las personas, colectivos, asociaciones y sindicatos entre otros sectores de la sociedad y en especial del municipio de Pátzcuaro, las muestras de solidaridad y su sincero abrazo”.
Y respecto al Día Internacional de la Mujer, desde hoy les digo, “este día no es para festejar sino para denunciar y esta es mi circunstancia que comparto…, continuemos porque a las mujeres en todos los ámbitos, nos quedan mucho a deber…, no bajemos la guardia”.